domingo, 18 de mayo de 2014

El gran problema social: La obesidad y la obesidad infantil

La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. El problema es mundial y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano. La prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante. Se calcula que en 2010 hay 44 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones viven en países en desarrollo.
Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades similares  son en gran medida prevenibles. Por consiguiente hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil.
Parte de la culpa la tienen los alimentos “basura” que contienen, por lo general, altos niveles de grasas, sal, condimentos o azúcares que estimulan el apetito.

Los niños comen bollería industrial y otros tipos de comidas basura porque las personas adultas también comen de este tipo de comidas y ellos nos toman como un ejemplo.

Recomendaciones a seguir:
-Aumentar el consumo de frutas y hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos.
-Reducir el consumo de grasas y sustituir las saturadas por las insaturadas.
-Reducir el consumo de azúcares.
-Mantener la actividad física: un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada o vigorosa que sea adecuada para la fase de desarrollo y conste de actividades diversas. 


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